jueves, 10 de marzo de 2016

CATA DE CHOCOLATES VALRHONA

CATA DE CHOCOLATES VALRHONA

El chocolate es una de las perdiciones de los mas golosos, pero tambien existe mucha especulación con el y sus precios, pero como este es un blog gastronomico, hoy vamos a hablar sobre como hacer una cata y diferenciar las coberturas de calidad de las que no lo son:

Los aromas del chocolate van a ser liberados por la masticación al fundirse la manteca de cacao, y nos van a llegar por vía retronasal.


Cuando rompemos el chocolate, el ruido y el corte limpio nos va a indicar la trituración que tiene el chocolate. Los chocolates de Valrhona tienen una trituración de 14 micras y lo normal en un chocolate industrial son unos 26 o 28 micras.

En este caso, vamos a probar 6 chocolates negros, reserva Grands Crus, todos de la misma calidad, pero con diferentes combinaciones y tipos de cacao. Vamos a ir probando los chocolates subiendo de intensidad, y ya veréis que esto, en realidad, no tiene nada que ver con el porcentaje de cacao como solemos pensar. Aunque para poder hablar de un chocolate de calidad, debemos partir de, al menos, un 60%.

Lo importante para un cocinero del chocolate es la materia grasa, la manteca del cacao, ya que esto es el cemento, lo que endurece al chocolate, y necesitaremos saber esto para poder equilibrar nuestras recetas de los mousses o las ganaches.
Existen 3 tipos de cacao muy conocidos:

·         Cacao forastero, el más conocido, con un 80% de la producción mundial. Potente y muy largo en boca.

·         Criollo con un 5% de la producción. Muy aromático.

·         Trinitario con el 15% de la producción mundial, una mezcla accidental de los dos anteriores que se dio en la isla de la Trinidad el siglo pasado. Tiene el largo en boca de un forastero y la sutileza aromática de un criollo.

El proceso de cata es el siguiente:
Lo primero, vemos el color, y lo vamos a oler, lo partimos y escuchamos un ruido seco y el corte limpio, esto es sinónimo de un chocolate de calidad, triturado a 14 micras. Una vez partido, lo ponemos en la boca y lo mordemos varias veces y después lo pegamos al paladar con la lengua.

Cuando el chocolate esté pegado en el paladar lo vamos a friccionar para que se empiece a fundir y vamos a contener la respiración o a taparnos la nariz y cuando este el chocolate fundido, aspiramos por la boca y soltamos el aire por la nariz, esto nos dará el retro olfato. En este momento es cuando la manteca de cacao se habrá fundido y liberará los aromas que es lo más volátil.

Para lipiar el paladar entre un chocolate y otro, beberemos un poco de agua y comeremos miga de pan, para eliminar los restos de materia grasa que se alojan en el paladar.

Al comenzar la cata, abrimos la caja y comenzamos con el chocolate Manjari, con un ataque ácido  en boca que desarrolla en amargo, con un retrogusto a grosella y frutos rojos. Un chocolate trinitario de Madagascar.

Continuamos con el Taïnori, un chocolate negro con retrogusto a mango y frutos amarillos, cultivado en Republica Dominicana.

El siguiente es el Alpaco, chocolate forastero de ecuador, de color un poco más oscuro, dulce al principio y un poco más amargo al final, con toques a madera y a frutos secos tostados.

Después, el Caraïbe: una mezcla de semillas de cacao de diferentes lugares del caribe, muy redondo en boca que se equilibra rápido, con aromas a tierra y frutos secos.

Después de este, el Guanaja: chocolate amargo y muy largo en boca, una mezcla de cacao de diferentes partes del mundo, con aroma a frutos secos.

Y por último el Abianao: muy amargo y astringente por su elevado contenido en taninos.

La verdad, es que esta cata me enseñó mucho sobre el cacao y me fue de gran ayuda para mi examen final, del que subiré la receta pronto.

Como recomendación, si tenéis la posibilidad de probar la pulpa de la fruta del cacao, lo hagáis, está realmente rico, con textura de una chirimoya, es como comerse una floristería.


Para terminar, agradecer a chocolates Valrhona la genial exposición que dieron en el I.E.S. María de Zayas y Sotomayor.